Orejitas.
En una hermosa y florida huerta vivía una
familia de conejitos que sembraban hortalizas en el huerto de su casa, uno de
ellos se llamaba Orejitas, era muy trabajador y ayudaba en todo a sus hermanos,
pero no le gustaba comer vegetales. Sus hermanos siempre le aconsejaban que
debiera comer zanahorias que son deliciosas, pero él no hacía caso. A Ia mañana
siguiente Orejitas fué a trabajar al huerto y se sintió muy
cansado, tanto que no podía
ni levantar sus orejas, así fue día tras día, hasta
que no pudo levantarse de Ia cama. Sus hermanos estaban
muy agobiados, Ia mama coneja fue enseguida en busca del viejo búho que era muy
buen médico.
Al llegar este Io examino rápidamente,
primero Ias orejas, luego los ojos, le reviso Ia garganta, le tomo el pulso,
hasta el color de sus patas observo, entonces diagnostico al paciente, le pidió
a mama coneja que le hiciera un buen caldo de vegetales.
Mamá coneja siguió Ias instrucciones del médico
y le llevó a Ia cama un caldo
muy sabroso hecho de acelgas, zanahorias, espinacas que
como todos vosotros ya sabeis son muy buenas para Ia salud. Orejitas se tomó
todo el caldo sin protestar y Io encontró tan sabroso, que hasta pidió un poco
más. Al día siguiente ya estaba con tantas fuerzas que trabajó todo el día sin
parar regresando luego a casa contentísimo, allí Io esperaba su mama con Ia
mesa servida, y saben qué fue Io primero
que quiso comer, una maravillosa ensalada que había colocado Ia mamá con
toda intención.
Miguel Garcia Robles
No hay comentarios:
Publicar un comentario