martes, 22 de enero de 2013

El malvado brujo



El malvado brujo.
Érase una vez en un lugar de Ia Mancha de cuyo nombre    no    quiero
acordarme... disculpen estaba pensando en Ia bella obra de Cervantes Don
Quijote de Ia Mancha, así que volvamos a comenzar.
Érase una vez en un país muy lejano vivían dos princesas, Ia mayor era
inteligente y muy hermosa, Ia pequeña era lista y muy traviesa, ambas se
querían muchísimo, tanto, que en Ias noches se dormían juntas.
Una tarde Ia más pequeña que se llama Amelia, fue a dar un paseo por el
jardín del palacio sin saber que alguien muy malvado Ia vigilaba, de pronto
escucho una voz que Ia llamaba, Ia niña se asustó mucho, esa horrible voz que
parecía un eco venía de muy cerca. Decidió entonces volver rápidamente a
casa, pero del cielo bajó un enorme halcón que Ia sujetó con sus garras y se Ia
llevó muy, pero muy lejos.
Pasaron varias horas y comenzó a caer Ia noche, Lucia Ia hermana mayor
comenzaba a preocuparse, pues su pequeña hermanita no aparecía y ya era
hora de irse a la cama.
Todos en palacio no podían dormir, ya casi amanecía y Ia princesita no
aparecía. Lucia lloraba desconsolada, por Io que los sirvientes decidieron
colocar cortinas negras y retirar Ias de color rosa que adornaban el salón.
Pasaron muchos, muchísimos años y Ia pequeña nunca volvió, pero a pesar de
ello su hermana no perdía Ia esperanza de volverla a ver. Una tarde se
presentó un apuesto príncipe que necesitaba descansar, pues venía de un
lejano pueblo en busca de un monstruo que había secuestrado a su hermano
mayor.


Lucia le conto su historia y le pidió que Ia dejara acompañarlo y quizás
encontraría  a  su   hermana.  A  Ia   mañana  siguiente  ambos  partieron  y
prometieron que regresarían con sus hermanos.
El camino fue largo y difícil, pero ambos jóvenes siguieron su viaje sin temor,
casi sin darse cuenta llegaron a un castillo tenebroso donde se escuchaba una
horrible voz.
Ambos jóvenes decidieron entrar sigilosamente y cual no fue su sorpresa al ver
a un gigantesco y negro halcón, de ojos rojos y cerca de él una hermosa joven
cepillaba sus plumas. Los ojos de Lucia se llenaron de lágrimas, Ia joven
que allí estaba era su pequeña hermana.
De pronto un ratoncillo se acercó al príncipe y le dijo algo al oído que hizo que
de los ojos del príncipe comenzarán a caer lágrimas, esas palabras que había
escuchado le recordaron al joven príncipe una frase que su hermano siempre le
decía, por su parte el ratoncito hizo su historia, les conto a ambos que ese
halcón era un mago expulsado de un lejano reino por Ias maldades que
cometía y en venganza juro que secuestraría a cuanto príncipe o princesa
encontrara en su camino y los haría por siempre sus esclavos, este mago era
además muy cruel con Ia joven por Io que el príncipe también prisionero decidió
defenderla y fue castigado convirtiéndolo en un ratón.
El príncipe que acompañaba a Lucia quedo sin palabras, esa diminuta
criatura  sin  dudas era su  hermano que tanto  había  buscado.  Los tres
decidieron idear un plan y con ayuda de Amelia aprovecharon que el monstruo
dormía e hicieron un conjuro mágico que le dieron de beber, convirtiéndolo en
una bella flor de pétalos enormes.
Los cuatro príncipes partieron de regreso y por el camino entre sonrisas y
canciones se enamoraron. Al llegar al palacio quitaron para siempre Ias


cortinas negras y se preparó una hermosa boda, Lucia se casó con el príncipe Alfonso que ya no era un ratón, sino un apuesto galán y Amelia se casó con el valiente Héctor y todos fueron por siempre muy felices.

                         Miguel Garcia Robles

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