El ratoncito explorador.
Había una vez un ratoncito que vivía con su
mama en una linda cueva
donde había muchísimo queso, pero esto no era
suficiente para el inquieto
ratoncito él quería saber más del mundo
exterior, así que un buen dia le dijo
a su mamá:
-Mamá, quiero ir de paseo, conocer el mundo,
saber Io que hay allá afuera,
quiero ser explorador.
La mamá Io miro asombrada,
con una cara tan extraña como Ia que alguno de vosotr@s habéis puesto.
-No querido, eres aún muy pequeñín, te puede
comer el gato o caer en una
trampa de ratones.-
dijo Ia mamá.
-El ratoncito no hizo caso, se escapó y
comenzó su largo viaje, por el
camino se encontró con
una vaca.
-jMuuu, muuu!, ¿adónde vas, ratoncito?- mugió
Ia vaca.
-Voy de excursión.-dijo
sonriente.
- No vayas ratoncito, puede ser muy
peligroso, eres pequeñín, te comerá el
gato o caerás en una
ratonera.- le explico Ia vaca.
El ratoncito no hizo caso y siguió su camino
por el cuál se encontró con
varios animales que le decían Io mismo cada
vez que él contaba su
aventura.
Finalmente llegó a una casa y entro por un
agujero que había en Ia cocina,
allí vio un enorme
queso y como tenía tanta hambre decidió comer un poco,
de pronto entro el cocinero quién dio un gran
grito y comenzó a espantarlo,
el pobre
ratoncito corrió y corrió, pasó cerca de una ratonera pero no entro en ella,
al oír los gritos de su amo entro un gigantesco gato de grandes bigotes y
comenzó a perseguirlo, el ratoncito se asustó mucho, tanto corría que sin
darse cuenta logro salir por el mismo agujero por donde se había colado.
Con gran susto
volvió a su cueva, Ia mamá al verlo Io abrazó muy fuerte, este le
conto Io sucedido al verla tan preocupada y le prometió que esperaría
hacerse mayor para convertirse en un gran explorador.
MIGUEL
GARCÍA ROBLES