La escuela de Papá Gallo
Erasé una vez una gallina y un gallo que
tenían tres pollitos
muy majos. Un día mama gallina dijo:
-Papá gallo, hay que enseñar a
cantar a nuestros hijos, creo que ya les ha
llegado Ia hora.
-Sí, vamos
a preparar Ia
escuela, yo seré
el profesor- dijo
muy
entusiasmado.
Mama gallina y papá
gallo prepararon Ia escuela, colocaron piedras que
serían los pupitres, si
ya sé que te asombrará eso de piedras por pupitres
pero recuerda, es una
escuela para aves y estas están más cómodas de pie
que sentadito como Io haces tú en el cole,
pues te sigo contando, la
pizarra era una gran
corteza de árbol ya muy viejo que estaba tirado en el
patio, en este
escribieron un letrero que decía KIKIRIKí.
Cuando todos los nuevos
alumnos llegaron, papá gallo preguntó:
-iQue dice aquí, hijitos?
-Pi, pi, pi-
contestaron los pollitos.
-jOH, no!, escuchen KIKIRIKí-
cantó papá gallo.
Pero los pollitos
repetían una y otra vez pi, pi, pi, así que el profesor decidió
hacerlo uno por uno.
-Pollito amarillo, dilo tú.-dijo
papá gallo señalando la pizarra.
- Pi, pi, pí.-cantó el pequeñín.
-
Pollito amarillo aún no
estás listo para cantar.- dijo señalando ahora a otro de sus hijos.
-A ver cómo Io haces tú
pollito blanco. -Pio, pio, pio- contestó
este.
-Tú aún necesitas
continuar ejercitando- sonrió papá gallo.
-Y tú poilito negro,
^qué dice aqui?- dijo señalando la pizarra.
- KIKIRIKí- respondió este.
Así con Ia ayuda del pollito negro, los demás aprendieron y Io hicieron
tan
bién que todos los animales de Ia granja vivían orgullosos de sus tres
gallos
cantores.
MIGUEL GARCÍA ROBLES
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