La
peonza revoltosa
En una gran caja de
juguetes vivía una peonza que era muy grande y hermosa, se le daba cuerda y comenzaba a bailar ¡ hasta
tenía música ¡.La peonza era el más
alegre de todos los juguetes, pero era muy revoltosa y tenía juegos muy molestos.
Una vez que estaba bailando ni se dio cuenta de que había lastimado al osito de peluche, también
tropezó con un cochecito que estaba descansando.
Cuando Ia pelota dormía Ia despertaba de un gran susto y Ia hacía dar muchos saltos, los juguetes no aguantaron mucho más, así que se reunieron y
acordaron hacer algo. El payaso seria el encargado de castigar al trompo, por Io que se acercó a él y le preguntó:
-
jHey!, querida peonza, ¡te
gusta bailar?
-
jMuchísimol
(contestó la peonza).
Este comenzó a bailar para mostrarle al
payaso cuanto realmente le gustaba y cada
vez que se paraba el payaso le volvía a dar cuerda y así la peonza tenía
que seguir bailando. Tan cansada se veía que los demás juguetes pensaron que ya era suficiente el castigo y le dijeron: -Todo esto que has pasado te Io merecías por tus
travesuras, chocas con nosotros y nos
lastimas para divertirte. Prométenos que no Io harás más y que bailarás
con más cuidado. -Sí, sí, Io prometo- dijo la peonza medio mareada. Desde ese día la peonza baila bellamente, con
graciosos giros y sin tropezar con
los demás juguetes. Si en tu casa mi pequeño amigo tienes una peonza tan
revoltosa como esta, te aconsejo que le cuentes esta pequeña historia y verás que
aprenderá tanto como a tú.
Miguel García
Robles
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