Una lección para Dulce.
En un valle no muy cercano, había un hormiguero. En él las hormigas
trabajaban sin descanso pues pronto llegaría el invierno y debían guardar mucha
comida para no morir de hambre, recogían granos de arroz, migas de pan y alguna que otra gota de miel que le regalaban las
abejas. Pero entre las hormigas había una a la que no le gustaba
compartir el fruto de su trabajo, todo lo que guardaba era para ella, por eso
no quería que nadie la ayudara, espero que
mis pequeños amiguit@s no sean como Dulce pues el trabajo, tanto como el
juego se disfruta más en compañía.
Las
hormigas fueron ante la reina y le explicaron lo que sucedía, la reina quedo ,
pensativa, si que era un problema serio, una hormiga sola no podía cargar con
todo el alimento que necesitaría para pasar el invierno, después de pensar un
rato esta dijo que Dulce haría sola su propio almacén. Dijo: -.Yo, La reina de este hormiguero, exijo que
se le prepare a Dulce un almacén para ella sola, comerá este invierno, solo la
comida que sea capaz de recolectar.-
Y así
fue, Dulce pasó todo el verano cargando solo su comida, trabajó mucho es
cierto, pero solo logro reunir unos cuantos granos de maíz y otros de azúcar.
Al llegar el invierno el valle se vistió de blanco, las plantas estaban secas y
no había donde buscar ni un granito de
arroz por pequeño que fuera. Dulce se sentía cómoda en su almacén solo para
ella, los primeros días del invierno los pasó sin preocuparse, pero fue
quedándose poco a poco sin alimentos pues era muy comilona.
Comenzó entonces a
pensar en toda aquella comida deliciosa que tendrían en el hormiguero y que
entre todas habían cargado, claro sin su ayuda.
Decidió acercarse al hormiguero, del agujero salía
el sabroso olor de las
semillas de almendras y
recordó lo calientito que era estar todas allí juntas,
entonces decidió entrar.
-Perdónenme, sé que he
sido muy egoísta con ustedes, no quise compartir y
ahora no tengo
alimentos,- dijo Dulce entre sollozos.
-El trabajo cuando se
realiza entre todos toca a menos y podemos lograr más,
me alegra que hayas
aprendido tu lección. - dijo la reina sonriente.
Las demás hormigas la
invitaron a que disfrutara de toda la comida que allí
había. Desde entonces
Dulce trabaja junto a sus compañeras y comparten el
fruto de su trabajo.
Miguel García Robles